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Acoso Laboral | Tipos y cómo combatirlo

acoso laboral

El mobbing o acoso laboral es uno de los problemas más graves y desagradables a los que puede enfrentarse un departamento de Recursos Humanos.

El mobbing o acoso laboral puede llegar a causar serios problemas psicológicos y físicos en las personas que lo sufren. Lamentablemente, las prácticas de acoso laboral siguen siendo muy frecuentes y en ocasiones pueden llevar a desenlaces fatales.

Pero, ¿qué es exactamente?¿Qué tipos de acoso en el trabajo existen? ¿Hay manera de combatirlos?

Qué es el acoso laboral o mobbing

El acoso laboral, también conocido con el término inglés mobbing, es un tipo de violencia injustificada que se suele ejercer en el lugar de trabajo.

Esta violencia se expresa a través de acciones continuadas como insultos, humillaciones, aislamiento, menosprecios, aplicación de medidas disciplinarias innecesarias, horarios abusivos, negación de permisos o de vacaciones en fechas adecuadas, difusión de rumores, acosos físicos o incluso agresiones de tipo sexual.

Todo proceso de este tipo tiene como objetivo abatir y consumir emocionalmente la víctima.

Diferencia entre acoso laboral y conflicto laboral

No todas las situaciones que revelen un conflicto entre un trabajador y su superior o entre compañeros han de calificarse como acoso laboral.

Para que podamos hablar de acoso laboral, deberán darse las siguientes condiciones:

  • Se agreden la dignidad y los derechos fundamentales de la víctima.
  • La agresión es constante y dura en el tiempo.

La distinción entre conflicto laboral y acoso laboral se centra por tanto en:

  • La intencionalidad de lo que se hace.
  • La frecuencia y duración del enfrentamiento.

Tipos de acoso en el trabajo

Dicho lo cual, encontramos diferentes tipos de acoso en el trabajo en función de la posición jerárquica de las personas que “la protagonizan”, y en función del objetivo de ese acoso laboral. Es decir, según lo que persigue el acosador.

Tipos de acoso laboral según la posición jerárquica

Encontramos tres tipos de acoso laboral según la posición jerárquica del acosador:

  • Acoso laboral horizontal (entre compañeros): en este caso acosador y víctima están en el mismo nivel jerárquico.
  • Acoso laboral vertical de tipo ascendente: el acosador está en un nivel jerárquico inferior al de la víctima. Esto es lo que pasa cuando un jefe se ve atacado por una o varias personas de su equipo.
  • Acoso laboral vertical de tipo descendiente: el acosador está en un nivel jerárquico superior al de la víctima. Esto es lo que pasa cuando un jefe acosa a un miembro de su equipo.
En este contexto los términos horizontal y vertical se refieren a la pirámide organizacional, es decir, al organigrama de la empresa.

Tipos de acoso laboral según el objetivo

En segundo lugar, el mobbing puede clasificarse de diferentes maneras según el objetivo, la finalidad con la que el acosador está actuando de esta manera.

Concretamente, existen cuatro tipos de acoso laboral según el objetivo:

  • Acoso estratégico: el objetivo de este tipo de acoso laboral es conseguir el abandono de la víctima de su puesto de trabajo sin que la empresa tenga que pagar la correspondiente indemnización por despido improcedente.
  • Acoso disciplinario: el objetivo de este tipo de mobbing es ‘disciplinar’ a aquellos trabajadores que no se plieguen a la voluntad del acosador. Este acoso se usa para generar miedo tanto en la víctima como entre sus compañeros.
  • Acoso de gestión u organizativo: este tipo de acoso tiene como objetivo generar situaciones de ‘esclavismo laboral’ con el fin de aumentar el rendimiento de los trabajadores.
  • Acoso laboral ‘perverso’: este tipo de acoso no tiene ninguna finalidad laboral. Es el acoso que ejercen personas manipuladoras y tóxicas que buscan crecer en la empresa hundiendo a sus compañeros de trabajo.

Consecuencias del acoso laboral

Como cualquier situación de estas características, el mobbing deriva en múltiples problemas, tanto a corto como a largo plazo. Se trata de consecuencias físicas y psicológicas en la víctima, pero también del enrarecimiento del clima laboral y otros inconvenientes.

Consecuencias físicas del acoso laboral

Estas son algunas de las consecuencias físicas del acoso laboral que pueden experimentar las víctimas, sobre todo cuando la situación se mantiene en el tiempo:

  • Cansancio.
  • Problemas de sueño (insomnio o hipersomnia).
  • Alteraciones del apetito.
  • Alteración del deseo sexual.
  • Migrañas.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Dolores lumbares y cervicales.
  • Problemas respiratorios.
  • Trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias, dolores en el pecho, etc.).

Consecuencias psicológicas del acoso laboral

El acoso laboral, por supuesto, también tiene consecuencias psicológicas. Estas son las más frecuentes por orden de gravedad:

  • Nerviosismo.
  • Hipervigilancia y suspicacia.
  • Problemas de atención y memoria.
  • Sentimientos de impotencia e indefensión.
  • Llanto frecuente.
  • Rechazo al lugar de trabajo.
  • Visión negativa del futuro.
  • Apatía.
  • Trastorno de ansiedad generalizada.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Depresión.
  • Cambios en la personalidad, incluso duraderos.

Consecuencias para la empresa

Todos estos desórdenes, físicos y psicológicos, pueden conllevar absentismo, incremento de las bajas voluntarias, aumento de la de accidentalidad, disminución de la productividad y deterioro de la calidad del trabajo. En este sentido, los costes del acoso laboral pueden llegar a ser increíblemente onerosos para las empresas.

El enrarecimiento del clima laboral merece especial mención, pues se trata de un aspecto que puede acabar afectando a toda la plantilla. Cuando detectamos una situación de este tipo y no la atajamos de la manera adecuada, el ambiente laboral se verá gravemente afectado. Y trabajar en un clima laboral negativo deriva en estrés, mayores tasas de absentismo, presentismo laboral y un largo etcétera que no resulta difícil intuir.

Por ese motivo, es fundamental medir el clima laboral, para saber anteponerse a estas situaciones y actuar en consecuencia.

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Consecuencias legales del mobbing

En España el acoso laboral está clasificado como delito penal. El artículo 173.1 de la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, de 23 de noviembre, establece lo siguiente:

El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años. Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima”.

Esta normativa se aplica tanto a las personas físicas como a las personas jurídicas. Por tanto, las empresas pueden ser declaradas penalmente responsables por delitos cometidos por sus representantes legales, empleados o administradores, por no haber evitado este tipo de conductas. En este caso las empresas podrían enfrentarse a una sanción económica de entre 6.251 y 187.515 euros.

Cómo combatir el mobbing desde Recursos Humanos

Es obligación de toda empresa cuidar el bienestar y la seguridad de su plantilla, por lo que todo departamento de Recursos Humanos debería elaborar un protocolo de actuación contra el acoso laboral.

Si trabajas en RR.HH y quieres aprender a combatir el mobbing , aquí va un decálogo con nuestros 10 consejos más eficaces:

  • CONCIENCIA, por ejemplo a través de talleres de divulgación y cursos sobre el acoso laboral. Informa a tu plantilla y asegúrate de que conocen las consecuencias del mobbing, de llevarlo a cabo, etcétera. En ocasiones estas situaciones se mantienen en el tiempo porque las personas no saben cómo gestionarlas, por eso importante formarles y difundir qué herramientas tienen a su disposición y cómo actuar.
  • MONITOREA constantemente el clima laboral. En este punto contar con un software específico como el de Bizneo HR te será de gran ayuda. Se trata de una herramienta que te permitirá conocer su evolución, detectar anomalías y gestionar todas estas cuestiones de manera ágil.
  • FOMENTA el apoyo entre los trabajadores y no el aislamiento o la competitividad excesiva. Hacerlo puede generar conflictos graves, incluso más allá del acoso laboral. Trata de organizar estrategias de teambuilding y cuida tus políticas de trabajo en equipo.
  • DEFINE con claridad los puestos de trabajo y el margen de autonomía de cada trabajador.
  • ANIMA a toda la plantilla a reportar eventuales situaciones de mobbing.
  • ACTÚA de forma rápida. No esperes a que se produzcan graves daños a la salud del trabajador.
  • RESUELVE con mano firme cualquier situación de acoso que presencie.
  • SANCIONA al acosador, para que aprenda de sus errores.
  • TRASLADA al acosador y no a la víctima, en caso de que la situación de acoso laboral no pueda resolverse de otra forma.
  • APOYA a las víctimas, sobre todo a nivel emocional.

Perfiles de víctima y acosador: cómo reconocerlos

Para que tu protocolo de actuación contra el acoso sea realmente eficaz, te será útil aprender a reconocer el perfil de los principales actores que suelen intervenir en un proceso de acoso en el trabajo.

Personas que tienen el potencial para convertirse en víctimas:

  • Personas que suscitan envidias por sus características personales (belleza, inteligencia, riqueza, situación familiar, etc.).
  • Empleados demasiado ingenuos y manipulables.
  • Individuos con elevada ética.
  • Trabajadores que pertenecen a ‘categorías de riesgo’ debido a su juventud, orientación sexual, ideología política, religión, procedencia geográfica, etc. 

Personas que tienen el potencial para convertirse en acosadores laborales:

  • Individuos con rasgos narcisistas.
  • Personas con baja autoestima, que intentan aumentar su propio valor a través de los ataques hacia la víctima.
  • Trabajadores poco empáticos.
  • Personas sádicas, que sienten placer al ver a otro sufrir.
  • Paranoicos y recelosos, que desconfían de todo el mundo.

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